hoy ha sido un día duro. No en el sentido supuesto de la palabra, sino duro de olvidar. Estoy segura de que jamás lo conseguiré y mamá encima, ha hecho una fotografía del momento por si acaso lo intento. A veces logra abochornarme hasta límites insospechados. Pero lo mejor será comenzar desde el principio...
Todo ocurrió cuando Laura, apareció por casa después de salir de compras. Tenía por costumbre mostrarme sus últimos modelitos adquiridos, y no me importaba, pese a que en ocasiones lograba desquiciarme con preguntas absurdas del estilo... ¿crees que el vestido amarillo que me he comprado resaltará el tono de mi piel? A lo que yo siempre salía airosa del paso alternando tres tipos de respuestas: si, a ti te queda mejor y tú eres más guapa por eso a ti te queda mejor. En el fondo no mentía, puesto que Laura era una chica lo bastante hermosa como para que de forma automática, mis palabras se convirtieran en verdades absolutas nada más salir de mi boca. Aunque la intención fuese desde un principio terminar cuanto antes su pesado cuestionario obre moda y belleza. Y todo iba bien hasta que apareció mamá por allí...
Los sábados por la mañana trabajaba de asistenta para Doña Fina —una señora acaudalada y muy mayor—, por lo que no llegaba a casa hasta la hora del almuerzo. La mala suerte, sin embargo, quiso que apareciera antes de lo previsto, y sorprendió a Laura desfilando en mi habitación.
—¿Qué hacéis, niñas? —preguntó sin ocultar su diversión, al observar el repentino sonrojo de ésta.
Suspiré.
—Le decía a Laura, que ese vestido que lleva puesto le sienta mejor que a la modelo del catálogo porque ella es más guapa.
Nos dedicó una sonrisa y se acercó a mi cama, donde en medio de la colcha amarillenta, destacaban los alegres colores de la ropa nueva de Laura. Extendió una mano hacia un conjunto de lencería todavía con la etiqueta puesta, y con cierto aire nostálgico acarició el íntimo encaje.
—Vaya...—murmuró—, aún recuerdo cuando mi madre me acompañó a escoger mi primer sostén—. Luego clavó sus ojos en mi pecho y añadió con una sonrisa comprensiva—. No te preocupes, a mi también me tardó en salir.
—No me preocupa —salté llena de indignación—,y deja el tema ya, por favor...
Ambas rieron mientras yo pasaba del bochorno al enfado en cuestión de segundos. Entonces, como no podía ser de otra manera, a mi progenitora se le iluminó la cara y yo sentí miedo al sospechar sus intenciones. No lo digas, no lo digas, supliqué para mis adentros.
—¡Eh!, ¿y por qué no nos vamos de compras?
Agaché la cabeza. Finalmente lo había dicho.
—¡Sí, una tarde de chicas! —gritó con entusiasmo, Laura.
Decidí intervenir rápidamente.
—Me temo que no podrá ser, son casi las dos del mediodía y seguramente todas las tiendas estarán cerradas —alegué, señalando la hora en mi reloj de pulsera.
—Hija, si salieras con tu amiga más a menudo, sabrías que en los centros comerciales las tiendas no cierran hasta pasada la tarde. Así que búscate otra excusa más creíble —agregó, molesta.
Me mostré desesperada.
—Pero, pero seguro que Laura, ya está cansada de comprar. Al fin de cuentas se ha pasado la mañana entera viendo trapitos, ¿verdad, Laura?
Antes de que contestase me acerqué deprisa a ella y con disimulo le asesté un pequeño codazo en actitud amenazante. Lejos se surtir efecto, guardó la ropa nueva en una bolsa, cogió su cartera lista para partir y gritó:
—¡Yuhuuu, tarde de chicas!
La asesiné con la mirada mientras mamá se unió a la celebración entre risas, y tiró de mí en dirección a la puerta de casa.
Una vez en el centro comercial paramos a comer y luego, recorrimos cerca del centenar de tiendas que había alrededor. El purgatorio existía y era para aquellos que detestábamos ir de compras. En uno de los escaparates observé un maniquí vestido de cuero negro. Laura y mamá se miraron sorprendidas al verme entrar en el establecimiento por voluntad propia. Pero la cara de ésta última le cambió de golpe cuando fui derecha hacia el maniquí motero. Deslicé mis dedos sobre la chupa con tachuelas que formaba parte del conjunto y olfateé el olor a cuero con los ojos cerrados. Imaginaba que iba montada en una Harley y me liaba a tiros contra los malos de la película. Si... toda una chica peligrosa. Abrí los ojos y miré a mamá
—aún entusiasmada—, a la vez que ella hacía lo propio con aire tétrico.
—Por encima de mi cadáver —respondió al imaginar lo que estaba pensando.
—Pues no lo entiendo —pataleé—, no es tan grave tener una chupa de cuero.
—Es poco femenino —intervino Laura, y de pronto, señaló eufórica —.¡Eh, mira!, esa tienda de enfrente es de lencería.
—¡Estupendo! —exclamó mamá, intercambiando miradas de complicidad con mi amiga
Esta vez fui yo quien adivinó los planes de las dos, y retrocedí aterrada, unos pasos. Ambas me acorralaron antes de que definitivamente emprendiera la huída, y cuando quise darme cuenta, ya estaba rodeada de ropa interior femenina.
No tardó en venir una dependienta a atendernos pero mi madre fue más rápida en hablar.
—Buscamos un sostén para mi hija de catorce años. Será el primero que utilice, ¿sabe?—la informó con ilusión.
—Genial Berta, ¡divúlgalo!—repliqué, abochornada mientras escuchaba de fondo las risas de Laura.
—¿Y qué talla utiliza su hija, señora?
—Umm seguramente la más pequeña —contestó, pensativa.
—Por lo que no estaría de más un poco de relleno —señaló, Laura divertida.
Inmediatamente le asesté un pisotón.
—Acompáñenme, creo que tengo mercancía por ahí al fondo que os puede interesar.
—¡Os odio a las dos! —les susurré a la vez que seguíamos a la dependienta.
Llegamos al interior del establecimiento y la chica comenzó a mostrarnos infinidad de conjuntos femeninos con diversas texturas y formas, de estampados y de colores. Suspiré, deseando despertar de esa pesadilla.
Mamá abrió los ojos como calabazas cuando la chica le puso delante unas braguitas con rayas felinas a juego con la parte superior.
—¡Santo Dios! —clamó muy escandalizada —.Oiga, ¿le he dicho que busco lencería para una adolescente?
—Y es lencería juvenil —replicó la dependienta.
—Si, no veo que tiene de malo la verdad —coincidió, Laura, que se sentía herida en su amor propio porque era el tipo de estampado que le gustaba en la ropa.
—Tú eres mayor que Dana, pero aun así...
—Si lo prefiere tenemos ropa interior de estilo más... recatado.
Quise morirme cuando empezó a sacar modelitos con estampados de Mickey Mousse, Donald y del resto de la pandilla Disney.
—¡Ni hablar! —salté de inmediato —, ¿me habéis oído?, ¡ni hablar!
—Dana, es hora de que te acostumbres a utilizar sostén y me niego a que lleves el estampado de un tigre, así que cuanto antes te pruebes uno, antes nos iremos.
Fue suficiente para convencerme. Le arrebaté la prenda a la dependienta y me encerré en la primera cabina que encontré. Luego, me examiné detenidamente —ya con esa cosa puesta— en el espejo que había dentro con ese fin. Supuso una sensación extraña contemplar el reflejo que me devolvía el cristal. Evidentemente me reconocía, pero observar aquellos montículos formados en gran parte por el relleno, era como estar viendo un avance de la figura femenina en que me iba a convertir. A penas se me distinguía la cintura de mis caderas y era una tabla en comparación con Laura. Sin embargo, pese al ridículo sujetador de Pluto que llevaba puesto, ya se intuía la imagen de una mujer. Y experimenté cierto regocijo a la vez que miedo.
—¿Podemos pasar? —quiso saber Laura, asomando la cabeza a través de la puerta.
No me dio tiempo a consentir, ya se había colado en el probador y mamá con ella.
—Ohh, ¡mira que guapa! Mi niña convertida en una mujercita —opinó, logrando ruborizarme.
—Si, bueno ¿nos vamos ya?
—Espera, antes quiero hacer una cosa.
Se situó en medio de Laura y de mi, y rápidamente, sacó una cámara de fotos que escondía dentro del bolso.
—¡Noooo! —grité, horrorizada.
Pero Berta, ya había pulsado el botón de disparar y ahora tendría que preocuparme de encontrar esa foto y quemarla. No estaba dispuesta a que aquella imagen de mí; en sujetador y con su estampado del perro de Mickey Mouse, pudiera ser objeto de chantaje algún día.
Jejeje, me encanta! Muy bueno esta tarde de compras. Coincido con Dana en que ir de compras es un horror (aunque si es verdad que de vez en cuando me apetece). Me ha encantado la escena de la foto, y que quiera quemarla. Me encanta lo definidas que están Laura y Berta. Si quisieras escribir un libro juvenil predecesor del Arcángel, sin duda tendrías material, jeje. Es muy bueno este diario. Besoss
ResponderEliminaroh!!! Pobre Dana!! Una foto...Berta está completamente loca, ¿verdad, raquel? xD
ResponderEliminarMe siento indignada con Berta y Laura por decir que una chaqueta de cuero es poco femenina...ejem... :P
De nuevo me ha encantado el relato y, ahora, entiendo muchas más cosas sobre estas tres.
Un beso, guapísima!
Su mama no sabe que una chupa puede ser la cosa más femenina y sexy que hay, jajaja. Muy bien, me encantó.
ResponderEliminarMe gustó mucho. Creo que la madre y Laura no saben respetar la intimidad de la pobre Dana, siendo la primera vez que usa sostén.
ResponderEliminarMe pareció muy bueno lo de quemar la foto.
Besos.
Raquel!!! Esa foto no podría salir a lo largo de la trilogía??? Es que ya me estoy imaginando la situación... Ja,ja,ja...
ResponderEliminarseñoras mamás del mundo: si a vuestra hija adolescente le da cierto pánico la idea de convertirse en una mujer femenina, seguid el ejemplo de Berta: llevad a vuestra hija de compras a traición y por la fuerza, avergonzarla delante de la dependienta y después hacedle una foto que la avergüence aún más. Resultados garantizados: vuestra hija se vestirá como un chicazo en cuanto tenga la libertad para escoger su propio vestuario, y se comprará una docena de palestinas de las que no se separará jamás.
ResponderEliminar¿Y todavía Berta no comprende por qué la Dana adulta es tan poco femenina? Es que hay madres que se merecen una buena colleja a tiempo!
Te invito a mi blog www.lectura-adictiva.blogspot.com
ResponderEliminarHada me encanta que te encante, ya lo sabes xd. Yo también odio ir de compras, no al extremo que llega Dana porque también reconozco que me gusta ver escaparates, pero meterme de lleno en el meollo ya me agobia.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del libro, la verdad es que tengo material suficiente para hacerlo. Veremos que pasa jeje. Un besazo!!!
Berta está obsesionada con tener una hija normal, lo que para ella se reduce a ser femenina y delicada. Pero Dana es cualquier cosa menos eso xd. Si me permites la chulería, sabía que después de leer la novela, entenderías muchas cosas. Un besazo!!!
ResponderEliminarbeaaaa, pero cuanto tiempo!!! no sabes como me alegro de verte por aquí xd. Sí, una chupa de cuero para mí, es super sexy. Un besazoooo!
ResponderEliminarDany, este relato es un ejemplo un poco exagerado pero normalmente las madres siempre se creen con el derecho de entrometerse en la vida de sus hijos. Ellas lo llaman consejos, y ojo!, muchas veces están en lo cierto xd. Un besote!
ResponderEliminarCyllan, claro que puede salir a lo largo de la trilogía. Me alegra que te guste la foto porque cuando la vi, me pareció que se asemejaba mucho a la Dana, picara y adolescente que yo tengo en mente. Un besazo!
ResponderEliminarMi Beaaa!!!, sí, hay algunas madres que se merecen decirles alto y claro, que ser su hija no te convierte en su títere. De todas formas, Dana no es poco femenina por el tema de la madre. Dana, sencillamente nació así. Tú ya la conoces xd. Un besazo!!
ResponderEliminarNoelle, mañana mismo me paso por tu blog. Gracias por pasar tú por el mío. Un saludo muy grande xd.
ResponderEliminarJAJAJAJA se me había pasado!! que bueno pobrecita en eso nos parecemos odio ir de compras jajajaaj
ResponderEliminarencontraría la foto?? ajajaja Raquelita te superas corazón!! pero.....
Pero... sigo insistiendo jajajaja quiero a Abel!!!!
Genial el nuevo diseño, Raquel, me encantaaaaaaaaaa
ResponderEliminar(y además, con este nuevo fondo se puede leer mejor)
Felicidades por tan buen gusto 8)
Kriste, muchas gracias!! qué si encontró la foto? pues creo que no, que más bien la encontró otra persona... Besos!!
ResponderEliminarBea jajaja si, con este fondo se leé mejor y siento, que el blog tiene mucha más personalidad. Me alegra que te guste aunque todo el mérito es de Pablo. Un besotee!!
ResponderEliminarMe encanta el cambio que le has dado al blog!!!
ResponderEliminarHOLA GRACIAS YO ENTRE A TU BLOG ME ENCANTO SIEMPRE ME DARE LA VUELTA POR AQUI TE FELICITO ES MUY INTEREZANTE Y INFORMATIVO SIEPRE EN CONTACTO Y AQUI TIENES UNA AMIGA PARA COMPARTIR.
ResponderEliminarCyllan!! gracias guapisimaa. Un besazo.
ResponderEliminarLucy, gracias por pasarte por mi humilde rincóm. Yo también me pasaré por el tuyo. Por cierto, ya te sigo en txitter. Un besote.
ResponderEliminarVaya, sólo he leido un par de relatos y ya estoy enganchada a tu blog... realmente aquí tienes mucho material valioso, me encantan tus historias y la forma de expresarte =D así que aquí tienes una seguidora más, procuraré ponerme al dia pronto xD
ResponderEliminar¡Un saludote! ^.*
Hola Raquel, gracias por visitar mi blog, lo primero decirte que las cosas que tengo en el si que estan hechas por mi, algunas enlazadas a mano solamente y las que llevan la etiqueta "fimo" completamente elaboradas a mano, puedo crear cualquier cosa que me imagine!.Con respecto al cuero yo en eso no te puedo ayudar porque no tengo ni idea pero en cuanto encuentre información del tema yo te escribo y te lo paso. Me ha gustado mucho tu visita y encontrarme con este estupendo blog del que ahora mismo me hago seguidora con mi nick que es acuafree. La historia me ha parecido entretenida a la vez que realista, no entiendo por qué las madres cuando son madres no ven el bochorno que la mayoría de ellas causan a sus hijas, le daría un consejo a Dana que es no vayas con Laura!no porque sean diferentes en gustos porque pueden gustarles otras cosas igual, o ser diferentes pero quererse como amigas y respetarse, sino le diria que no fuese con ella porque una amiga que se rie de ti cuando lo pasas mal no es amiga, como se suele decir "con amigos así para que quieres enemigos". Un beso Raquel, nos volveremos a ver;)
ResponderEliminarHola Raquel, muchas gracias por hacerte seguidora mía, aquí estoy para seguirte y lo que haga falta,
ResponderEliminartengo debilidad por los blogs de escritoras de historias, de cuentos, da igual, así que vas a verme con frecuencia ;)
un abrazo muy grande
antonia
Isaku, no sabes como me alegra que alguien me diga ese tipo de cosas. Me alegra y te lo agradezco de corazón. Mil gracias por pasarte por mi humilde espacio. Un besazo!
ResponderEliminarAcuafree pues menusdas manos tienes porque los colgantes son chulos pero los imanes de los murcielagos son una monada!, mil gracias por pasarte por aquí y por molestarte en buscar información sobre el cuero, para mí.
ResponderEliminarEn cuanto al diario de Dana tengo que aclararte que en realidad, son historias paralelas a la novela que pretendo públicar. Y en esa novela, Dana y Laura ya son adultas y pasan una serie de cosas donde el misterio está asegurado... Un besazo!!!
Víctima, si es que con blogeras como tú que se ofrecen para lo que haga falta, da gusto tener un blog XD. Te digo lo mismo, amiga, aquí me tienes para lo que haga falta. Y tú también me verás con frecuencia por tu espacio. Un besote, compi bloggera!
ResponderEliminarRaquel, estoy haciendo un recorrido por tu blog y me encanta. Gracias por visitar el mío.
ResponderEliminar¡Vaya tarde de compras! Absolutamente femenina y espléndida en su relato.
Un afectuoso saludo.
Con muchu gusto acepto Raqquel la invitación a tu blog, (Querido diario) desde ahora, querido por
ResponderEliminareste seguidor que se adentra en él abstraído por
la curiosidad y el misterio de tu fantática
imaginación. Gracias por tu comentario a mi poema
tenerte como seguidora es un verdadero placer.
Besitos...
Ángel-Isidro
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
HOla! Grácias por haberte pasado por mi blog. AHora yo tambien te sigo ^^ me encanta tu blog, eso si...tengo que comenzar por el principio para saber de que va todo.
ResponderEliminarun besin guapa *
Antonio, gracias a ti por pasarte por mi humilde espacio. Me alegro que te guste lo que lees xd. Un besazo, compañero bloggero!
ResponderEliminarÁngel como se suele decir (aunque no por ello, menos cierto) el placer es mío y sólo mío xd. No sabes como me alegra que te guste el diario de Dana. Un besazoo!!
ResponderEliminarMoonmulticolor jajajaj, tomate el tiempo que quieras para ponerte al día, yo prometo hacer lo mismo con el tuyo, todos los sábados xd. Un besazooo!!
ResponderEliminarAcabo de conocer tu blog, muy interesante la verdad.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Raquel!!! Me encantada tu blog y tus relatos
ResponderEliminarMe parecen geniales :)
Agradecerte tus comentarios en mi blog http://enelblogqueloencuentro.blogspot.com/
Un abrazo
Lisistrat, cuando quieras por aquí me tienes xd. Un saludotee!!
ResponderEliminarMerche, y a mí me encantan este tipo de comentarios haciendo referencia a mis relatos. Gracias de corazón y me pasaré a menudo por tu rim. Un besote, compi bloggera!!
ResponderEliminarHola Raquel, Hay mucha vida en tu espacio. Muchos abrazos.
ResponderEliminarMe encantó la entrada, :D seguiré leyendo todos los demás n.n me hago seguidora tuya pero ya n,n
ResponderEliminarEs sencillamente ameno y rápido de leer sea cual sea su extensión además de divertido, me ha sacado alguna sonrisa...creo que a todos nos ha podido pasar alguna vez algo parecido...
Besitos n.n
¡¡Hola!! :)
ResponderEliminarDes de hoy te sigo...♥
¡¡Un saludo grande Princesa!!
Hola, acabo de leer tu comentario. Muchas gracias por seguirme ya estoy siguiendo tu blog también ^^
ResponderEliminarSobre tu duda, es la muerte quien lo dice, bueno, mas bien lo piensa todo, pero realmente es un sueño que tuve esa misma noche en el que yo era la muerte. Se que puede sonar raro jeje pero bueno =^-^=
Y cualquier cosa me dices, sin problemas ^^ Y de nuevo gracias ^w^
Un beso
Natasha
hola guapa!! muchas gracias por pasarte por mi blog y comentar! la verdad es que a mi tampoco se me da muy bien maquillarme pero voy aprendiendo poco a poco cositas que me vienen bien!
ResponderEliminarTe sigo! un beso
Caminante, muchas gracias!! Un saludote muy grande xd.
ResponderEliminarAmi, no sabes lo feliz que me haces con tus palabras porque uno de mis principales cometidos es precisamente ese; hacer amena la lectura. GRACIAS, por leerme xd. Un besazo!!!!
ResponderEliminarMiriam, otro besote grande para ti!!! Muakkkk
ResponderEliminarNaty, los sueños de entrada todos son raros pero también es cierto que son fuente de inspiración, como ha sido el caso XD. Tu relato está muy bien xd. Un besote muy grande!!!
ResponderEliminarSandra, definitivamente voy a tener que pasarme más por tu blog y aprender de tus progresos porque yo, si que soy un desastre jajajaja. Un besote!!
ResponderEliminarLas madres sin sus hijas no tienen nada que hacer, cierto. Las hijas sin sus madres poco vuelo levantan: Certísimo. Unas y otras crean y recrean su particular interdependencia.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato. A pesar de todo, pobreta Dana!!
Yo tb te sigo. Agradezco tu comentario en mis blogs.
Un abrazo
jajajajajajajajaja pero que me he matado de la risa con Dana siendo peque y yendo de compras! yo detestaba ir de compras con mi madre :P lo juro, era algo terrorifico por que no encuentro que Dana este exagerando jajaja.
ResponderEliminarAunque ahora soy fanatica de ir de compras al menos una vez por mes; Raquel apoyo a It! Queremos a Abel!!! =) Le echamos de menos.
Te superas mujer, me encanta seguir leyendote =)
Pilim, me alegro mucho de que te gustase el relato!! Un besazo y bienvenida por mi humilde espacio!!
ResponderEliminarCarlaa no sabes que alegría me da a mí verte pasar por aquí jajaja. Lo de Abel está complicado porque si lo hago revelaria más de la cuenta sobre la novela :(. En cuanto lo de ir de compras, a mi me gusta lo que detesto con todas mis fuerzas, es provarme la ropa! jajajaja. Un besazo, reina.
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